COMIENZA EL TAPERING Y LA TASA NO SE TOCA Finalmente la FED resolvió lo que venía anticipando: comenzará a reducir su programa de compra de activos (bonos del Tesoro y letras hipotecarias) en el mes de noviembre, a un ritmo de 15.000 millones de dólares mensuales. No obstante, dejó la puerta abierta a acelerar la reducción de sus compras “si los cambios en las perspectivas económicas lo justifican”. En este sentido, los analistas interpretan que ha ganado flexibilidad para reducir aún más sus compras si la inflación sigue siendo demasiado elevada durante el próximo año. Al respecto, Jerome Powell reconoció que los precios habían subido más de lo que esperaban pero responsabilizó a las distorsiones en las cadenas de suministros provocadas por la pandemia, un factor que la Fed no puede controlar. Finalmente, también resolvió no subir los tipos de interés hasta llegar al pleno empleo, lo que podría lograrse durante el segundo semestre del próximo año.