El mercado laboral de EE.UU. añadió 210.000 empleos en noviembre, una cifra muy por debajo de las expectativas de los analistas y que muestra cómo la economía de la primera potencia mundial aún intenta recomponerse de la pandemia de Covid-19. EEUU tiene casi cuatro millones de trabajadores menos que en febrero de 2020. El dato decepcionó a los analistas, después de un buen desempeño en octubre, cuando se sumaron 546.000 empleos. 

Sin embargo, pese al dato decepcionante, el desempleo bajó al 4,2%, lo que retrata un mercado laboral con mucha demanda de empleados, pero en el que muchos optan todavía por no volver al trabajo, ya sea por expectativa de mayores salarios ante una inflación creciente, extensión de subsidios, miedo al contagio, cambio de rumbo profesional motivado por la pandemia, atención infantil ante los trastornos por contagios y, de forma más reciente, negativa a vacunarse frente a la obligatoriedad que exigen algunas empresas.

La preocupación es mayor por la posible incidencia de la variante Ómicron, cuya capacidad de transmisión y de resistencia frente a las vacunas está todavía por determinarse, pero que podría hacer descarrilar de nuevo el empleo en EE.UU. en una de sus temporadas altas, la de las fiestas navideñas y de fin de año.

Varios economistas y analistas dijeron que el informe no necesariamente cambiaría el panorama, y que los responsables de la formulación de políticas probablemente seguirán adelante con una reducción más rápida de las compras de activos a medida que la inflación demuestre ser más persistente como se pensaba anteriormente. El presidente de la Fed, Jerome Powell, dijo a los legisladores esta semana que los funcionarios deberían considerar acelerar la reducción de la compra de bonos en su reunión de diciembre. Posteriormente, varios otros funcionarios respaldaron una reducción más rápida.